No se trata de la película que narra la historia del rey espartano Leónidas y sus 300 soldados, se trata de 150 estaciones metereológicas que quedarían inoperativas por un simple tema administrativo, de rápida solución pero que aún no se resuelve con el agravante que tenemos un probable moderado fenómeno del niño encima.

En agosto del 2012, la agencia PROINVERSION adjudicó, vía concesión por 20 años, la frecuencia de 900 MHz a la empresa de telecomunicaciones, de origen vietnamita, Viettel Perú SAC quien se constituyó como la cuarta operadora móvil en el país. Años atrás, se había entregado el espectro de los 800 MHz a Nextel Perú. Ambos sucesos hacen que el Perú se vaya quedando sin frecuencias libres y gratuitas para que aficionados del wokitoki, emisoras locales de radio y equipos metereológicos puedan comunicarse o transferir información.

Lo anterior fue contemplado en la concesión y se creó un fondo de S/ 48.4 millones para que se reemplacen estos equipos y puedan operar en alguna otra frecuencia que esté disponible. El problema está en que este trabajo fue encargado a La Fundación San Marcos para el Desarrollo de la Ciencia y la Cultura de la UNMSM, institución que se ha olvidado completamente de las estaciones metereológicas que dispone el agro, que operan en una frecuencia cercana a los 900 MHz y que según el reporte de Davis Perú llegan a 150.

El plazo para reemplazar estos equipos vence en mayo de este año y existe preocupación entre diversos productores agrarios, quienes no podrán operar sus estaciones por las interferencias que habrá en la transmisión de datos. No se entiende cómo existiendo un fondo para reemplazar estos equipos no se haya atendido a estos productores rurales dispersos en todo el país. Les piden que incorporen tecnología, que monitoreen el clima, que inviertan ¿y ahora?

Son 150 propietarios que no tienen espacio de coordinación para hacer sentir su protesta y al parecer el MINAGRI no monitorea la problemática del sector.